El jardín

El bocado dulce y amargo que no probó,
le llevó a un jardín eterno,
que nunca vió destrozado por la ausencia de pecado.

El bocado agrio y salado que nos brindó,
nos invita a vivir en un jardín dotado de poder y destrucción,
y nunca podrá presumir de ser eterno,
pero si de ser humano.

Mar Molina

 

(19/04/10)

Entradas populares

A r d e

V e r