Diamante en bruto por los siglos de los siglos.
Ayer tarde, bajo la fresca temperatura de 44º grados en la Plaza de las Tendillas de Córdoba fue una de las tardes más productivas del verano. Con la compañía del gran diseñador de moda y estilista cordobés Antonio Rodríguez nos dedicamos a caminar por las distintas tiendas de la ciudad buscando artilugios de calidad y, sorprendentemente creciendo con las cortas pero buenas conversaciones de los tenderos. Me gustó y reflexioné con cierta exposición hecha por el propietario de una de las zapaterías más antíguas de la ciudad. Decía que se va de la ciudad cuando pueda. ¡Se va! Uno más. Como tantos y tantos se han ido y se van. ¡Por un momento me sentí cubana! ¡Dios mio! ¿Es que no escarmentamos? "Fuga de cerebros". ¿Cuantas veces has escuchado esa frase? Y ciertamente es que no hay absolutamente nada atractivo aqui para que prefieran quedarse. Ni si quiera para los que nos quedamos. Y mientras, otras ciudades de este mismo país avanzan a pasos agigantados. ¿A caso es que la ciudad no reúne los requisitos suficientes para prosperar en el tiempo y convertirse en la ciudad que se merece?
Necesito cambio de aires o rápidamente me pondré en la duda de, cuando llegue el momento, también me iré. ¡Serán mis vacaciones tan deseadas las que lo consigan! No es patriotismo el quedarse uno en su tierra, es querer participar en la prosperidad de una ciudad. Quizá no es por motivo de medios económicos. Seguramente es la manera de pensar. Años y años estancados por una mentalidad cerrada y creyendo en ideologías antíguas e inexistentes. Ayer aprendí a ser más libre y más práctica con Córdoba. En las próximas elecciones, no le daré el gusto al Sr. Moratinos para disfrutar del papel como alcalde. Alucinante. ¿Y todo su equipo se digna a confirmar que ha puesto a Córdoba en un buen plano internacional? ¿En qué momento me he perdido yo eso? Ando perdida, la verdad, porque no me gustan los gestores de este país. Ni unos, ni otros. Asi que, volveré a no votar a ningún partido político mientras me dure la libertad de elección. A no ser...que haya una alternativa que me deslumbre y por fin haga brillar a Córdoba y a los cordobeses como nos lo merecemos.
Necesito cambio de aires o rápidamente me pondré en la duda de, cuando llegue el momento, también me iré. ¡Serán mis vacaciones tan deseadas las que lo consigan! No es patriotismo el quedarse uno en su tierra, es querer participar en la prosperidad de una ciudad. Quizá no es por motivo de medios económicos. Seguramente es la manera de pensar. Años y años estancados por una mentalidad cerrada y creyendo en ideologías antíguas e inexistentes. Ayer aprendí a ser más libre y más práctica con Córdoba. En las próximas elecciones, no le daré el gusto al Sr. Moratinos para disfrutar del papel como alcalde. Alucinante. ¿Y todo su equipo se digna a confirmar que ha puesto a Córdoba en un buen plano internacional? ¿En qué momento me he perdido yo eso? Ando perdida, la verdad, porque no me gustan los gestores de este país. Ni unos, ni otros. Asi que, volveré a no votar a ningún partido político mientras me dure la libertad de elección. A no ser...que haya una alternativa que me deslumbre y por fin haga brillar a Córdoba y a los cordobeses como nos lo merecemos.