Reflexiones...

Pensamos que las personas que nos rodearon en un pasado han sido cómplices y testigos de una etapa de nuestras vidas. Cuando recordamos, nos trasladamos a aquellos momentos que tanto nos gustaron, que tan poco nos agradaron. Dicen que la pérdida de aquello que llamamos “amor” es el dolor más común de todo ser humano y, al mismo tiempo, el que más se asemeja al fin de nuestros días. Cuando vemos en un presente aquello que sin querer recordamos; descubrimos que todos hemos cambiado, aún siendo las mismas personas. Deberíamos sentirnos contentos con haber dicho alguna vez un “te quiero” ya que, sólo los que se atreven, saben vivir de verdad.

La vida está llena de pequeños y abundantes detalles. Sería bueno aprender a divertirnos con aquellos que nos unen, sin pensar en los que nos diferencian; los cuales serán disfrutados con los otros que sí los comparten.

Es bueno pensar que ningún detalle de nuestras vidas quedará aislado para siempre. Dale tiempo a tu propio tiempo, pero no dejes nunca de vivir el presente.